Grafeno.
Grafeno
Por . Luis Guillermo Dipotet Mollinedo
Por . Luis Guillermo Dipotet Mollinedo
Sus múltiples aplicaciones han hecho que muchos conozcan al
grafeno como el material del futuro. Y ahora, un equipo de investigadores, en
Reino Unido, ha creado un tamiz en base a este material, que podría resolver
uno de los grandes problemas de este siglo: la escasez de agua potable. El
tamiz, aseguran investigadores de la Universidad de Manchester, tiene la
capacidad de filtrar la sal del agua de mar.
Esta invención podría ser de gran ayuda para millones de personas que no
tienen acceso al agua potable y que, según la ONU, representarán un 14% de la
población mundial para 2025.
El grafeno es sencillamente una manifestación alotrópica,
que es la propiedad de algunos elementos químicos de presentarse bajo
estructuras moleculares diferentes, en este caso de teselas hexagonales,
digamos como un panal de abejas en el que en cada vértice existe un átomo de
carbono. O simplemente el grafito; la primera herramienta para la escritura con
que primero nos relacionamos. Con tan sólo un átomo de espesor, no le resta
brillo a las expectativas como uno de los más prometedores materiales creados o
encontrados por la ciencia. Aparece en una coyuntura tecnológica internacional
que ofrece una amplia gama de posibilidades para su aplicación.
Presenta una combinación perfecta de dureza (200 veces más
resistente que el acero y más duro que el diamante), al extremo de que se le
denomina el material más fuerte jamás medido, y además posee altísimo grado de
conductividad eléctrica. Lo asombroso es que también resulta el material más
delgado de los conocidos por el hombre, de manera que, por ejemplo, una sábana
de grafeno del tamaño de un campo de fútbol pesaría un gramo. Puede aumentar
hasta 20 veces la velocidad de transmisión de datos. Tiene igualmente
aplicación en las industrias aeroespacial y del automóvil, para el desarrollo
de vehículos más ligeros y seguros, así como aviones, que utilicen menos
combustible y generen menor contaminación. Por eso es el material de moda,
sobre el que casi todos los grandes fabricantes tienen puestas la mirada.
Debido a sus singulares propiedades, es posible avizorar una nueva generación
de dispositivos electrónicos que multiplicarían su velocidad a la vez que
resultarían más pequeños, resistentes y hasta plegables. El grafeno abre así
una era y un mercado de muchos millones para los que puedan apostar a su
producción y aplicación.
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